La bioplastía es una técnica de cirugía plástica pero que no llega a ser una cirugía convencional. Se trata de modelar y hacer un esculpido mediante inyecciones de polimetilmetacrilato. Esta sustancia también llamada PMMA se inyecta en las distintas zonas corporales a tratar.
Es considerada como una modalidad más dentro de la estética y además resulta ser interactiva porque el individuo puede ver como va evolucionando la técnica.
La bioplastía se utiliza para dar volumen y redefinir zonas del rostro como los labios, los pómulos, el mentón, levantar la nariz, dar un mejor ángulo a la mandíbula, pero también se utiliza para mejorar el dorso de las manos y las pantorrillas. La bioplastía comienza con una anestesia local con una sola sesión de 30 minutos en el consultorio, pero como no se practican cortes no existen las futuras cicatrices por lo que sus resultados son considerados de excelencia y la recuperación no lleva más de veinticuatro horas.
Esta técnica llamada bioplastía como cualquier otra dentro de cirugía estética debe realizarse siempre en consultorios habilitados tal fin previa investigación sobre los conocimientos de quien se va a dedicar a intervenir sobre nuestro rostro o parte de nuestro cuerpo. Ya que hoy en día con la afluencia de los salones de estética corporal es necesario que estemos advertidos que no todos ellos cuentan con el permiso legal de practicar estas intervenciones.
Para ello el boca a boca o la información de fuentes seguras es la mejor opción para corroborar de que se trata de un instituto de belleza en el que podemos confiar. Estos detalles resultan ser indispensables cada vez que pensamos en realizarnos cualquier intervención estética del mismo modo que lo haríamos si se tratara de otra intervención por un problema de salud determinado. No obstante, una cirugía estética también amerita la seriedad correspondiente, ya que se trata de nuestra salud y no debe considerarse una pérdida de tiempo, por el contrario es una inversión.
La bioplastía se utiliza para dar volumen y redefinir zonas del rostro como los labios, los pómulos, el mentón, levantar la nariz, dar un mejor ángulo a la mandíbula, pero también se utiliza para mejorar el dorso de las manos y las pantorrillas. La bioplastía comienza con una anestesia local con una sola sesión de 30 minutos en el consultorio, pero como no se practican cortes no existen las futuras cicatrices por lo que sus resultados son considerados de excelencia y la recuperación no lleva más de veinticuatro horas.
Esta técnica llamada bioplastía como cualquier otra dentro de cirugía estética debe realizarse siempre en consultorios habilitados tal fin previa investigación sobre los conocimientos de quien se va a dedicar a intervenir sobre nuestro rostro o parte de nuestro cuerpo. Ya que hoy en día con la afluencia de los salones de estética corporal es necesario que estemos advertidos que no todos ellos cuentan con el permiso legal de practicar estas intervenciones.
Para ello el boca a boca o la información de fuentes seguras es la mejor opción para corroborar de que se trata de un instituto de belleza en el que podemos confiar. Estos detalles resultan ser indispensables cada vez que pensamos en realizarnos cualquier intervención estética del mismo modo que lo haríamos si se tratara de otra intervención por un problema de salud determinado. No obstante, una cirugía estética también amerita la seriedad correspondiente, ya que se trata de nuestra salud y no debe considerarse una pérdida de tiempo, por el contrario es una inversión.