Data desde hace más de 30 años cuando se empleaba en la corrección de los problemas oculares como puede ser el estrabismo. En ese momento se descubrió que la toxina botulínica actuaba en el rostro para eliminar las arrugas y las líneas de expresión. Jean Carruther, una oftalmóloga canadiense en 1987 empleó el botox con un paciente que llegó con una contracción del párpado. Al aplicarlo además de solucionar el problema observó que le habían desaparecido las arrugas del entrecejo y las patas de gallo. Este hallazgo le fue transmitido a su esposo, cirujano plástico y luego de tres años lo hicieron público.
En definitiva el tratamiento con botox es el más usado y preferido dentro de los Estados Unidos en comparación con e lifting, peeling quimico, los rellenos y el láser. El tratamiento con botox es muy demandado entre el público femenino como rejuvenecimiento facial al tratase de una intervención ambulatoria después de la cual no tiene ningún tipo de complicación y los resultados son prácticamente inmediatos, pero hoy en día el botox ha llegado también al público masculino quienes cada vez más le prestan atención al cuidado de su piel y de su físico en general.
El botox en la medicina estética es un hecho, por lo cual ante la decisión de aplicar en el rostro la toxina botulínica lo mejor es investigar exhaustivamente a cerca de los mejores centros de cosmética, que por supuesto los hay y muchos e investigar también sobre los mejores esteticistas a fin de no caer en manos inexpertas y poco serias que pueden inyectar otra sustancia que no se trate de la toxina botulínica o que en su defecto no sepan con certeza como debe se aplica ni en que zonas o la cantidad de la misma simplemente por ahorrar un poco de dinero pero que en definitiva se estaría jugando con la salud.
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