1) Disminuye la adipogénesis.
La ampelopsina participa activamente en la diferenciación y maduración de los adipositos, lo cual, significa que impide que se formen nuevos depósitos de grasa. Esto lo logra inhibiendo tres proteínas clave en el proceso de la adipogénesis: la GLUT-4, la peripilina y la caveolina. Sin estas tres proteínas, casi no existe formación de nuevos adipositos.
2) Disminuye la lipogénesis.
La ampelopsina actúa directamente inhibiendo otras tres proteínas, cruciales en la captación de triglicéridos. Ellas son la tirosina kinasa, la IRS y la PI3K.
Lo que se logra conseguir es que estos no depositen más triglicéridos en el cuerpo.
3) Estimula la lipólisis.
Gracias a una combinación de las dos acciones anteriores, la ampelopsina es capaz de perder grasa, logrando que el organismo se deshaga del exceso de triglicéridos mucho más rápidamente.
La capacidad de esta sustancia permite dos acciones fundamentales. En primer lugar, su efecto es inmediato, ya que con pocas sesiones comienza a verse los resultados. Pero además, esta acción se mantiene durante un tiempo prolongado, sin que sea necesario repetir el tratamiento al poco tiempo. Los resultados que se logran con ampelopsina se mantienen porque el cuerpo deja de incorporar grasa al ritmo que lo venia haciendo.
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