Injertos capilares, tipos y técnicas

La pérdida de cabello se produce por una falta de estímulo de los folículos debido a factores genéticos. Esta irregularidad se llama alopecia y es más común en los hombres que en las mujeres (en ellas la alopecia se da a edad bastante más avanzada que en los hombres y puede surgir en regiones corporales muy diferentes).

La mejor técnica: los injertos capilares

Esta técnica ha evolucionado bastante durante los años. Al principio se implantaron materiales hechos sintéticamente que producían alergias y otras complicaciones con lo cual actualmente están totalmente en desuso.

El procedimiento actual más habitual y efectivo para solucionar la alopecia es mediante injertos, los cuales contienen nuevos folículos que regeneran nuevo cabello, aunque el resultado final no obedece sólo de los folículos, también de las primeras líneas las cuales moldean la formación capilar. Estos injertos son conseguidos de la dermis del cuero cabelludo de la región del hueso occipital, después se lleva a cabo una moldeación que aisla los folículos para su ubicación.

Tipos de injertos capilares

Existen dos clases de injertos: los normales y los microinjertos. Los microinjertos son mucho más utilizados, ya que los injertos clásicos que se usaban antes daban resultados poco estéticos y saludables.

Estas operaciones quirúrgicas se realizan con anestesia local y habitualmente se hacen en varias sesiones. Después de haber realizado el injerto, el pelo cae por completo volviendo a crecer en aproximadamente tres meses y es posible que este crecimiento al comienzo sea de manera desproporcionada o discontinua hasta que finalmente el cabello crece asimétricamente.

Para conseguir que en las cicatrices vuelva a crecer pelo se recurre a técnicas de expansión en las que se colocan prótesis debajo de la piel no afectada que se llenan de suero produciendo una desunión de la dermis del cuero cabelludo, una vez conseguida bastante piel, las prótesis son retiradas produciéndose un cambio de tipo de piel: la piel velluda reemplaza a la piel de la cicatriz.

Este método resulta un poco incómodo para el cliente ya que durante varios meses tendrá importantes bultos en la zona del cuero cabelludo.