• Várices: El síndrome varicoso es otro problema muy frecuente en las mujeres y que se agudiza con la obesidad. Pesadez, cansancio, dolor, picores, etc., formanparte del cortejo sintomático del proceso varicoso. Síntomas que además se agudizan con el sobrepeso.
• Edemas: Bien acompañando al síndrome varicoso, bien como entidad clínica propia obien manifestándose los días previos a la menstruación, la sensación de edematización, sobre todo en las piernas, es tremendamente frecuente en las mujeres, y más aún con problemas de peso. En unas se manifiesta clínicamente y objetivamente de forma continuaen forma de engrosamientos y acúmulos celulíticos a lo largo de las extremidadesinferiores.
En otras simplemente nos manifiestan sensación importante de “retención delíquidos” acompañadas de pesadez y cansancio de las piernas. Todas coinciden en lomolesto que resulta esa sensación extraña de “inflamación” en las piernas y evidencianque existe una alteración de los sistemas de drenaje y de los linfáticos que propician una disminución del retorno de líquidos.
• Piel, cabellos y uñas: No es nada extraño que en los controles periódicos que realizamosa nuestras pacientes sometidas a un tratamiento dietético de su obesidad nos manifiestensíntomas como sequedad de la piel, aumento de la caída del cabello, fragilidad delas uñas, haciéndose más quebradizas, descamación de la piel etc. Para el tratamiento deeste padecimiento, se pueden aplicar productos que contengan entre sus Isoflavonas deSoja, Cimicífuga Racemosa, Aceite Rosa Mosqueta, Ácido Glicólico, Vitaminas A y E asícomo el factor protector solar 12 que se le incorpora, le otorgan propiedades regeneradoras, antioxidantes, nutritivas, antiarrugas e hidratantes.
Las Isoflavonas de soja y la Cimicífuga racemosa, actúan estimulando la renovación celular, aumentan la concentración de colágeno y elastina protegiéndolo de su degradacióny combaten el envejecimiento provocado por la disminución de la actividad hormonal.
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