En la mesoterapia convencional, la inyección de activos se lleva a cabo mediante unas agujas pequeñas que penetran la piel sólo superficialmente, denominándose multifunción cuando se lleva a cabo mediante varias punciones simultáneas. La sensación de punción es, además, atenuada por la acción del profesional al presionar la piel de forma previa y durante la aplicación del tratamiento.
En el caso de pacientes aprensivos y cuyo umbral del dolor es bajo, se pueden aplicar previamente al tratamiento cremas tópicas anestésicas. Actualmente, una evolución de la mesoterapia convencional es la mesoterapia virtual. Ésta ofrece todos los beneficios de la anterior pero prescindiendo de las agujas. Se basa en la electrodifusión del compuesto activo inducida por ondas electromagnéticas.
Estas ondas alteran por unos milisegundos la textura de la piel permitiendo que los principios activos penetren directamente en las capas intermedias. Es decir, se consigue el mismo efecto que con la mesoterapia convencional.
En cualquiera de los casos, la mesoterapia tiene infinidad de aplicaciones, tantas como activos se pueden utilizar. Puede ser aplicada en el combate de la celulitis, para reducción de la grasa corporal, en técnicas de rejuvenecimiento (mesolifting), en disminución de las bolsas de parpados en los ojos, en la reparación de daños producidos en la práctica del deporte, para el crecimiento del cabello, alopecia y otros innumerables tratamientos cosméticos.
Cualidades de los activosLas ventajas de estas técnicas radican en la manera de administrar el activo, la cual permite disminuir las dosis y frecuencia de administración, y aumentar las concentraciones de activos aplicados. El activo está más disponible para ejercer su acción al haber evitado la primera barrera defensiva corporal que es la piel.
De esta forma, además, se evitan efectos secundarios en la superficie de la piel.Si bien los medicamentos, convencionales o homeopáticos, o los compuestos activos aplicados con estas técnicas, son en general los mismos que se utilizan en otros tipos de tratamientos, es recomendable seguir una serie de recomendaciones en su elección:
* En primer lugar, deben ser hidrosolubles para permitir la preparación de disoluciones isotónicas y evitar los problemas iónicos a nivel celular y tisular, siendo por esta razón, preferibles los productos presentados en forma de sal, los cuales son, casi siempre, hidrosolubles.
* Las sustancias con acción vasoconstrictora deben utilizarse muy diluidas para evitar isquemia prolongada o necrosis local.
* Algunos medicamentos como los corticoides pueden producir atrofias cutáneas y tisulares y, salvo excepciones, debe ser excluida su administración por esta vía.
* Es necesario comprobar que los excipientes y conservantes que a menudo acompañan a los activos no sean alergénicos o tóxicos, ni que sus mezclas presenten incompatibilidades.
* Los medicamentos deben ser absorbidos en su totalidad por los tejidos sobre los que actúa, evitando así acumulaciones.
* Los medicamentos que presentan reacciones alérgicas deben ser igualmente evitados.Son muy numerosos los activos que cumplen estas orientaciones o especificaciones y que por tanto, se pueden administrar con técnicas de mesoterapia.
Estos activos son, además, fármacos de uso común en medicina. Por ello se clasifican en función de su actividad, composición química o mecanismo de acción, yendo desde simpaticolíticos y vasoactivos hasta hormonales o antibióticos, pasando por descontracturantes. Esta complejidad en la clasificación se ve aumentada, si cabe, por el hecho de que rara vez se emplea el activo aislado, sino en formulaciones donde se combinan varios de ellos, obteniéndose tratamientos combinados.
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