AUMENTAR LOS LABIOS

Entre la piel de la cara y la de los labios hay grandes diferencias. Esto se debe a que aunque los vasos sanguíneos que alimentan los labios y los nervios que los hacen sensibles se sitúan en la dermis, al igual que en el resto del cutis, los labios no presentan ni folículos pilosos ni glándulas sebáceas ni sudoríparas.

La consecuencia de esto es que los labios, que necesitan mantenerse permanentemente hidratados, no cuentan con el efecto lubricante e hidratante de estas glándulas. Además, tampoco contienen melanocitos que aseguren la protección contra el sol.

Es así como, bajo la influencia de ciertos factores, los labios pueden "envejecer" con mayor rapidez que el resto de la cara. Este efecto se ve aumentado por el menor grosor del epitelio córneo en comparación con las demás partes de la cara. no obstante, esta dermis es especialmente flexible, ya que es rica en colágeno y elastina, que le dan a los labios su aspecto arquitectónico. Además no hay hipodermis esa capa gruesa que protege al cuerpo de las agresiones y las presiones externas y que tiene una función termorreguladora.

Medicina estética ha avanzado mucho tiene una gran cantidad de productos a su disposición. Entre ellos los implantes a base de ácido hialurónico, que hoy en día representa el tratamiento de preferencia, para aumentar el volumen de los labios específicamente a la fisiología de los labios y a menudo la permanencia es la mitad de la obtenida en la cara.